Morante desempolvó una suerte de la antigua tauromaquia esta tarde en Nimes. Con un recorte de rodillas con el capote de reminiscencias antiguas, en memoria de Fernando El Gallo, hermano de Joselito, saludó Morante al cuarto. Una obra de sabor añejo que continuó sentado en el estribo para continuar de rodillas en el centro del ruedo. La imagen del torerísimo momento, en el objetivo de Daniel Chicot.

