FERIA DE OTOÑO

El Cid, ante su adiós a Las Ventas: “Es la plaza más importante de mi carrera”

"Siempre he tenido el respeto y el cariño de Madrid, cuando me ha tenido que ayudar lo ha hecho y cuando me ha tenido que exigir me ha exigido también. En el cómputo general son muchos más los buenos recuerdos que los malos", desvela el de Salteras
lunes 23 de septiembre de 2019

El Cid se despedirá de Madrid durante la inminente Feria de Otoño. Será su última tarde ante una afición que se ha emocionado con su toreo en repetidas ocasiones. El 4 de octubre trenzará su último paseíllo ante la afición que le vio tomar la alternativa en el año 2000 y no ha dejado de verle en su ruedo ni un solo año. “Son recuerdos muy bonitos y muy buenos. Ha sido la plaza más importante de mi carrera, la plaza que me lanzó, la que me consagró y además de estar anunciado estas 20 temporadas en Madrid lo he hecho en repetidas ocasiones varias de las temporadas. Me ha marcado en mi vida profesional muchísimo”, admite el de Salteras.

“Nunca he dicho no a Madrid. En determinada temporada he llegado incluso a venir cinco veces a Las Ventas cuando podía haber toreado dos y tan tranquilo pero me lo ofrecían y yo encantado. Algunas veces salían bien las tardes, otras no pero siempre he dado la cara en Madrid y he dado lo que he podido en cada momento. No solamente nunca he dicho que no a venir a Madrid, sino que nunca he puesto pegas a ningún cartel y a ninguna corrida. He matado todo tipo de hierros y yo creo que casi todos los años han contado conmigo en la corrida de Victorino cuando podía haber elegido otro hierro. Madrid me ha merecido un respeto máximo, es la plaza necesaria para todos los toreros y para que llegue el triunfo, hay que estar ahí”, subraya el diestro sevillano, que alternará junto a Emilio de Justo y Ginés Marín en la lidia de un encierro de Fuente Ymbro.

LOS MEJORES MOMENTOS

“Mis mejores momentos -sostiene el espada en torno a sus actuaciones venteñas- fueron los años 2004-2007. Marcaron mi carrera taurina, fueron mis primeros años esenciales y necesarios en los que había que triunfar sí o sí. Años en los que lanzaba la moneda al aire y afortunadamente siempre salía cara. He vivido años en los que las cosas no han salido, sobre todo a partir de 2010 con la muerte de mi padre en tardes aciagas en las que no ocurría nada y no estuve al nivel que Madrid requería. Siempre he tenido el respeto y el cariño de Madrid, cuando me ha tenido que ayudar lo ha hecho y cuando me ha tenido que exigir me ha exigido también. En el cómputo general son muchos más los buenos recuerdos que los malos”.

Por otro lado, en cuanto a los aficionados que ocupan cada domingo los escaños de Las Ventas, comenta: “La afición de Madrid es muy peculiar y muy particular. Peculiar en el sentido de que se fija mucho en los detalles y lo que más te agradece es la actitud. Cuando tú tienes una actitud positiva y buena delante de los toros y en una tarde importante ven ellos que vienes a darlo todo, es un público muy agradecido. Tan agradecido que muchas veces no tiene que ser una faena de dos orejas, tiene que ser una faena que transmita emociones pero sobre todo eso, que vean que vienes a Madrid a darlo todo. Lo que tiene también la afición de Madrid es que es muy justa y no tienes que ser figura para que conecten contigo si tú se lo das todo”.

“Mis mejores faenas en Madrid han sido siempre las que he pinchado, la espada ha sido mi sino -abunda el matador-. Tengo dos Puertas Grandes de Madrid pero podía tener ocho o diez. El público de Madrid tiene muchísima memoria y sabe que El Cid ha dejado tardes para el recuerdo. Son faenas que consiguen hacer afición y eso es lo que más te llena como torero y como profesional”.

UN DESEO FINAL

-¿Un deseo para su despedida de Madrid?
-Pues el deseo es que salgan las cosas bien, que la gente disfrute en mi última tarde en Madrid y yo voy a hacer todo lo posible para que así sea. Tampoco hay que pedir más. Lo demás lo tendré que poner yo de mi parte. Cuando uno pisa ese ruedo siempre tiene en mente la Puerta Grande y muchas veces eso te encorseta mucho. Lo más importante de esto es disfrutar y cuando lo haces y pegas quince o veinte muletazos a un toro, esa plaza es distinta a las demás.

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