El compromiso de Morante con la afición y con la Fiesta sigue latente en esta temporada especial para el sevillano en la que cumple 25 años de matador de toros. Ese afán por llegar a las cien corridas, su lucha por recuperar plazas que han perdido esplendor o su aperturismo en los carteles con distintos compañeros y diversas ganaderías, es lo que le ha motivado a anunciarse en Estella en un cartel nada habitual.
Será junto a los Hermoso de Mendoza, que harán de anfitriones de lujo en su tierra. Además, Morante tendrá el detalle de lidiar dos toros de la divisa navarra de las Hermanas Azcona, una ganadería en la que dos jóvenes, Yolanda y Beatriz, luchan con entusiasmo por abrirse paso en este mundo.
Toda una apuesta del torero sevillano, que ha depositado su confianza en esta ganadería todavía joven, pero con muy buenos resultados, avalada por su procedencia Daniel Ruiz, que le ha dado el cariz de calidad y regularidad para poder tener un sitio en las grandes ferias.
Una muestra de la grandeza de este torero, que ha roto moldes para dejar huella en la tauromaquia, apostando este año por ganaderías nuevas como la de Hermanas Azcona, apoyando otras clásicas que no viven su mejor momento como la de Torrestrella, y abriéndose a un amplio abanico de encastes: Miura, Santa Coloma, Murube, Núñez, Vega Villar, Domecq…
La expectación es máxima en Estella y alrededores por el gesto de Morante con la divisa de la vecina Olite. Otra muestra de compromiso del de La Puebla con la afición navarra, como ya se vio con su solidaridad al donar el Premio Nacional de Tauromaquia a la Casa de Misericordia o su última actuación en Pamplona, donde vistió con un terno inspirado en los Sanfermines y dejó momentos de enorme torería.
Navarra es otro gran feudo conquistado por Morante.
