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El Fandi y Talavante, a hombros en Roquetas de Mar

Fotos: JULIÁN LÓPEZ

Enrique Ponce impuso su magisterio para cortarle la oreja al duro y complicado primero, un precioso ejemplar de pelo salinero. El de Alcurrucén derribó con estrépito en varas y puso en apuros a las cuadrillas. Los doblones del diestro de Chiva comenzaron a domeñar la embestida de un astado que no fue fácil pero al que acabó sometiendo sobre la mano diestra y que acabó rajado. Mató de una estocada delantera. Se repitió el guión en el cuarto, otro toro que desarrolló complicaciones en los primeros tercios. No le importó a Ponce, que en una exhibición de amor propio y afición, le acabó ligando una faena vibrante. Un cuarto de siglo de alternativa y como el primer día, sacando del toro lo que nunca pareció tener. El mal manejo de la espada le privó de los trofeos y de la consiguiente puerta grande, recibiendo una calurosísima afición del público que llenó hasta las mismas banderas el coso almeriense.

A El Fandi le costó fijar con el capote al segundo, un toro incierto al que banderilleó con exposición. Comenzó la faena de rodillas y ya de pie, con un astado de más a menos y bajo los acordes del pasodoble Manolete, el granadino tiró de entrega y repertorio para ganarse a la concurrencia, matando de estocada y descabello y paseando un trofeo. Con el quinto Fandi armó un auténtico alboroto en los tres tercios. Variado con la capa, espectacular con los palos y bien con la muleta, aprovechando al que sin duda fue el mejor toro del envío. Le dio fiesta el granadino a un ejemplar al que tumbó de un estoconazo y al que cortó las dos orejas.

Talavante malogró con los aceros una gran actuación con el complicado y desrazado tercero, que nunca humilló. Mostró variedad con el capote y temple y largura en la muleta el torero extremeño, muy de verdad siempre y por encima de su oponente. Personalidad y encaje en la faena. Gran momento el suyo, pero la tizona se interpuso en su camino al triunfo. Alejandro le cuajó faena grande al sexto, al que ya toreó muy buen de capa. El inicio de faena por estatuarios en los medios fue el emocionante preludio de un trasteo que contó con la arrebatadora personalidad del extremeño. Pausa y temple en el toreo fundamental, vistosidad en los remates. Nivelazo. Mató de una estocada y a sus manos fue a parar el doble trofeo.

Roquetas de Mar (Almería), primera de la Feria de Santa Ana. Toros de Alcurrucén, bien presentados, deslucidos, complicados salvo el buen 5º y el 6º. Enrique Ponce, oreja y ovación con saludos; El Fandi, oreja y dos orejas; Alejandro Talavante, ovación con saludos y dos orejas. Entrada: Lleno. A la conclusión del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Víctor Barrio.