En el mundo taurómaco hay sitios, fechas, faenas, toreros..., que siempre permanecerán en el recuerdo. Era 28 de agosto de 1947 cuando un toro de la legendaria ganadería de Miura y que atendía por el nombre de Islero acabó con la vida de Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, más conocido como Manolete, IV califa de Córdoba y uno de los diestros más trascendentales de la historia.
Cuentan los escritos, que la habitación número 42 del Hotel Cervantes de Linares, en cuya plaza de toros se produjo la tragedia, fue testigo de la última noche de Manolete. De la misma también salió enfundado en el traje de luces para dirigirse a la corrida.
Desde entonces, el establecimiento siempre ha tenido esta anécdota muy presente conservando la correspondiente habitación como una de sus señas de identidad. A día de hoy y tras 145 años de plena actividad, el Hotel Cervantes se ha visto obligado a cerrar sus puertas a consecuencia de los problemas económicos y comerciales que está atravesando Linares. Un recuerdo imborrable para siempre permanecer en el recuerdo, como Manolete.
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El Hotel Cervantes de Linares permanecerá en el recuerdo
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