La tarde de El Juli en Alicante era especial antes de comenzar. Primero porque se anunciaba ante sus toros. El madrileño debía estoquear un encierro de El Freixo y se presentaba en el coso de la plaza de España con una doble responsabilidad, la de torero y la de ganadero. A ese hecho ya de por sí destacable, se le añadió uno más. La víspera de su compromiso en Alicante falleció su gran maestro, Gregorio Sánchez. Julián quiso homenajearlo en esta tarde. Por ello lució el capote de paseo totalmente negro, así como un crespón en el traje de luces. Especialmente sentido fue su minuto de silencio en honor del torero toledano. También le brindó una de sus faenas. En realidad le brindó una de esas tarde redondas de la que a buen seguro el maestro Gregorio Sánchez habrá disfrutado allá donde esté.
DESDE EL ARENAL
