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El Juli: “Estaba convencido de que no lo iba a matar”

“Estoy en una nube, que salga un toro con esa clase y en Sevilla es un sueño. Desde salida le vi las condiciones, conocer la ganadería es bueno porque intuyes las cosas positivas que puede tener un toro. Lo he cuidado, lo he dejado tranquilo y el toro ha roto con una clase superior. Es muy complicado sentirse así. El toro venía ya colocado, empujando la muleta… ha sido un sueño. He pedido calma al público porque todavía me quedaba faena, todo guarda sus pasos y quería que el indulto fuera rotundo. Estaba convencido de que no lo iba a matar, ha sido inapelable”. De este modo se expresó Julián López “El Juli” tras indultar al quinto toro de la tarde, Orgullito de nombre, en los micrófonos de nuestros compañeros de Toros de Movistar Plus.

El madrileño añadió: “El toro se ha merecido la vida”. Sobre su inicio de año, comentó: “Después de la cornada de Bogotá no pude torear en Olivenza pero luego en Castellón e Illescas me sentí bien. Venía con fe. Sin duda es de las tardes más importantes de mi vida, de las que más he disfrutado”. Y concluyó: “Esto es lo más cerca que se está del cielo, merecen la pena todos los esfuerzos para sentir esto”.

Nada más cortar las dos orejas del segundo toro de Domingo Hernández en Sevilla, el madrileño confesó. “Ha sido un toro bravo, ha embestido por abajo, con profundidad. Ha sido un toro con matices en su embestida pero ha humillado con mucha profundidad. Seguía los vuelos de la muleta, iba adonde le mandabas, es de los toros que sientes en las muñecas”.

El madrileño continuó diciendo: “Venía ilusionado y mentalizado. Me he roto con el toro, la faena ha tenido mucha entrega y verdad y la he disfrutado mucho”. Sobre el comienzo de la faena, comentó: “Me ha dado una zancadilla con la pata, me ha tirado al suelo y como era más complicado levantarse que seguir de rodillas… pues he tirado para adelante. Poder hacer la tauromaquia que me gusta y que siento es un privilegio”.

PONCE: “Me voy con buenas sensaciones de cara al viernes”

Una oreja paseó Enrique Ponce del cuarto. “Había que aprovecharle la inercia y tragarle ya que le costaba al principio pero cuando le he dejado puesta la muleta he conseguido ralentizarlo. Me ha recordado al toro primero de Valencia. Era muy mirón, por el pitón izquierdo le he tragado mucho, había que confiar en el toque. Me voy con muy buenas sensaciones de cara al viernes, con un feeling bueno. Si no se raja le podía haber cortado las dos orejas. He disfrutado de la gente de Sevilla, de los olés, el toro no te permitía mucho más pero me he sentido, me he abandonado por momentos”.

Preguntado sobre el segundo toro de la tarde, un astado que fue rechazado en la pasada Feria de Fallas de Valencia, comentó: “Ese toro lo quise meter en Valencia pero no hubo manera de que entrara. Era un toro con buenas hechuras y en el que el ganadero tenía puestas muchas esperanzas. A veces en el toreo pasan estas cosas, no es la primera vez que rechazan un toro y luego sale en otra plaza y embiste… estaba para El Juli”.