El Juli: “Quieren vulgarizar el toreo, esto no son goles”

Enrique Ponce: “Si la espada va arriba caen las dos orejas de golpe” / Miguel Ángel Perera: “Queda la de Alcurrucén, ojalá ahí sea”.
Enrique Ponce valoró de la siguiente manera en los micrófonos de nuestros compañeros de Movistar Plus Toros la faena a su primer toro: “Esta es de las faenas en las que la espada va arriba y caen las dos orejas de golpe. El toro era mansito pero tenía calidad y ritmo, había que templarlo para que no enganchara la muleta. He toreado como lo siento. Estoy feliz. Torear un toro así en Bilbao no es fácil, es de las faenas bonitas que he cuajado aquí. Se me han quedado cositas para el otro… El año pasado fue una temporada bonita pero esta de 2015 está siendo redonda. Estoy toreando como siempre he soñado, toreando con media muleta, enroscándome el toro atrás y dejándome caer, ése es el toreo que a mí me gusta. Estoy loco perdido, a veces es difícil expresar lo que uno lleva dentro pero cuando un toro lo permite… Lo mío es un milagro, yo me encuentro bien pero que la gente tenga ganas de verme después de 25 años de alternativa y 2.300 corridas de toros… hasta yo mismo me sorprendo”.

Tras lidiar al cuarto, Ponce aseguraba: “Ha sido imposible porque el toro iba a media altura y se ponía a escarbar. He dado una buena dimensión en cuanto a ganas y querer, de sobreponerse a los problemas del toro. He demostrado que aunque no ayuden los toros, ahí estoy”, y aseguraba de su paso por Bilbao: “Me voy con buen sabor de boca de dos faenas importantes, de estos dos días”. El valenciano concluía: “Cada día es único e intento darlo todo cada tarde. Cuando estás arriba tienes que demostrar que sigues y que no estás pasando el tiempo, sino que juegas en la Champions”.

El Juli logró un apéndice del segundo, un toro que para el madrileño “tenía disparo” pero ante el que “la dificultad mayor era el aire”. Julián comentaba: “Me he entregado con él, me he puesto muy de verdad y sincero. Con este viento se pasa miedo porque no dominas la muleta y tampoco el enganche de la embestida, que para mí es una parte básica en el toreo. Eso era lo más difícil, no podía conducir al toro como yo quería”.

El Juli declaraba tras la faena al quinto: “He disfrutado, había que llegarle mucho al toro y eso muy difícil, había que ponérsela delante y tirar, eso es el toreo, lo que siento. Me he roto, soy torero para sentirme. Sabía que el toro tenía fondo, me he puesto en su terreno y al final ha roto”. Sobre la decisión del palco de no concederle la segunda oreja, ha asegurado: “Quieren vulgarizar el toreo, esto no son goles, sino emoción, y esta ha sido de las faenas más emotivas y rotundas de dos orejas. Está el toreo como para llevarle la contraria a la gente”.

“Le ha faltado la chispa y la transmisión de los otros”, decía Perera acerca del tercer toro del festejo. “Intenté construir una faena en la que no tocara la muleta, buscando siempre las posibilidades que me pudiera dar pero no ha sido posible. Lo he matado bien, he entrado derecho y por arriba”. Luego, una vez lidió al sexto, comentó: “Ha sido una pena pincharlo. No era el toro más indicado pero cuando uno quiere arrear hay que estar así. La pena es que no me ha respondido nunca. Queda la de Alcurrucén, una ganadería en gran momento y que en Bilbao ha propiciado grandes tardes. Ojalá ahí sea”.

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