Cientos de personas se dieron cita este jueves en la V Marcha Nacional en Defensa de las Tradiciones, una manifestación que partió del Palacio de Bellas Artes y recorrió las principales calles del primer cuadro de la Ciudad de México. Con orgullo, miembros de los pueblos originarios y comunidades indígenas, gallicultores, taurinos, cabalgantes, charros, escaramuzas, jaripeyeros, criadores de perros y gatos de raza, pajareros, agricultores, acuicultores y más sectores que trabajan con animales alzaron la voz para exigir respeto y protección por parte de las autoridades a tradiciones profundamente arraigadas en la cultura mexicana.
De manera ordenada y pacífica, exigieron que prevalezca el Estado de Derecho y se garantice el ejercicio pleno de las libertades individuales y colectivas, como el derecho a ejercer su profesión, el derecho a emprender actividades económicas legales y a preservar su identidad cultural. En las últimas semanas, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, aprobó una nueva reglamentación tras una votación sesgada con los senadores de los principales partidos políticos mexicanos. La reglamentación es una prohibición disfrazada pues no permite la sangre en los espectáculos taurinos en la capital azteca (sin puya, banderillas y la suerte suprema).
"Hoy más que nunca es urgente defender lo que somos, porque cuando se atacan nuestras tradiciones, se ataca también nuestra identidad, nuestra historia y a quienes viven de ella", expresó Manuel Sescosse, presidente de Tauromaquia Mexicana.
Durante el recorrido, la afición taurina portó pancartas, banderas de México y vestimentas tradicionales, reafirmando su compromiso con la defensa y promoción de las costumbres que forman parte de la identidad de miles de comunidades en todo el país. "Las tradiciones no son una moda ni un capricho: son el alma de nuestros pueblos, transmitidas de generación en generación, y deben ser protegidas como parte de nuestro patrimonio vivo", coincidieron algunos de los aficionados.
En la víspera, la empresa de la Plaza México publicó un comunicado de prensa en el que reconoció que es inviable dar festejos taurinos sin sangre, pues las leyes se endurecieron en la CDMX. Sin embargo, lo seguirán intentando por el bien de la tauromaquia, la preservación de la raza y la economía de miles de personas que viven de esta actividad.