El ministro Uribes honra a dos taurinos -aunque él no lo sepa-

El ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, ha pasado dos jornadas en Valencia en una tourné en la que ha mostrado su apoyo al mundo cultural -sin contar con la tauromaquia, claro está, que para él solo es cultura por imposición legal y mira que se lo pusieron fácil, solo tenía que salir a la puerta de sus actos y atender a los profesionales taurinos-. En su viaje por la tierra que le vio nacer ha estado cerca del mundo del cine, el literario, artes plásticas y deporte, rindiendo honores con todo merecimiento a dos nombres destacados del arte valenciano: Miquel Navarro y Miguel Hernández. Lo que quizá no sepa el señor ministro es que esos dos artistas a los que dice admirar han encontrado inspiración en un mundo que él menosprecia y que para Navarro y Hernández ha sido tan importante como para llevarlo a sus obras: el de los toros.

Miquel Navarro, pintor y escultor genial, dentro de su extensa y variada obra, ha dedicado parte de ella al mundo de los toros. Navarro ha llegado a ilustrar el cartel de las corridas falleras en 2001 o el de la Feria de Julio en 1987. La última colaboración con el mundo del toro ha sido mediante la escultura. Una obra suya es el trofeo con el que la Generalitat Valenciana reconoce a las personalidades valencianas destacadas en el ámbito taurino en sus premios Va de bous.

En el caso de Miguel Hernández, se han llegado a publicar varios libros sobre su relación con la tauromaquia (por ejemplo, Nacido(s) para el luto. Miguel Hernández y los toros, de José María Balcells). El escritor oriolano fue aficionado desde pequeño, cuando el toro pasaba por las calles de su pueblo, llegó a trabajar en la elaboración de “Los Toros”, la enciclopedia de José María Cossío y la presencia del toro es constante en su obra. Hay algunos estudios sobre la significación del mundo del toro en su obra.

Por ello, aunque Rodríguez Uribes no lo sepa, rindió honores a dos taurinos, porque aunque él no lo crea, el toreo es pacífico, culto e inspirador para las artes. El toreo es cultura.

En su homenaje a Miguel Hernández, Uribes cerró su parlamento con un poema del escritor alicantino, nosotros hacemos lo mismo, porque, como dice Hernández, ante su discriminación: “como el toro me crezco en el castigo”.

Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.

Como el toro lo encuentra diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.

Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.

Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro.

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