Ni aunque fuera francés sería chauvinista; y como soy español tampoco. Chauvinista es aquel que da preferencia excesiva a todo lo de su nación con desprecio de lo extranjero. El término se acuñó en Francia y habrá, como decía El Guerra, gente pa tó. Pero siendo ibérico (el Íber, o sea El Ebro, y la gente que vivió en su entorno, marcó el sello de identidad de nuestro país) sí soy, muy de las Galias en la admiración por cómo han encauzado la normalidad taurina de la fiesta de los toros.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1960
