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El presidente de la Diputación de Valencia reivindica la importancia del toreo y de la Feria de Julio

Vicent Mompó, presidente de la Diputación de Valencia, corporación propietaria y responsable de la plaza de toros de Valencia, hizo en el Aula Las Provincias una declaración pública de apoyo a los toros y a las tradiciones culturales de Valencia. Dijo llevarse del debate que tuvo lugar en la capilla de la Beneficencia "propuestas, deberes y el compromiso de que si tenemos que repensar la Feria de Julio para que vuelva a ser lo que era, lo haremos". ​La Feria de Julio merecía un debate así, porque forma parte de nuestra historia y de nuestra identidad.

Tras reconocer la relevancia social e histórica de la feria, dijo: "Yo me niego a dejarla perder y por eso estoy aquí. Igual que todos vosotros. Porque nada que haya tenido alma está condenado al olvido si hay voluntad para defenderlo. No se trata de mirar el pasado con nostalgia, sino con implicación. No se trata de imponer una tradición, sino de comprender su valor y buscar la manera de hacerla valer en el presente". Y continuó: "Hay una diferencia entre cuestionar y borrar. Y cuando se borra lo que somos, cuando se silencia lo que ha dado forma en nuestros pueblos y ciudades, se empobrece el futuro".

Y remachó: "Por eso, lo digo alto y claro: sí, tenemos que recuperar la Feria de Julio. No como una pieza de museo, sino como una expresión viva, renovada, que sepa encontrar su lugar en estos nuevos tiempos sin perder la dignidad ni la historia".

 

DISCURSO COMPLETO DE VICENT MOMPÓ
En estos tiempos de sobre información, de inmediatez, desarraïlament, hablar de tradiciones parece a veces un gesto a contracorriente. Pero precisamente, por eso, este Aula es más importante que nunca. Porque cuando dejamos de mirar atrás, cuando dejamos de reconocer lo que nos ha llevado hasta aquí, empezamos a olvidar quién somos. La Feria de Julio no es una tradición menor. No es una cita más del calendario. Es una celebración esencial de la identidad valenciana, escrita en el calor del verano, en la arena de nuestra plaza, en las páginas de la historia y en la memoria de nuestras familias.

Nació en el siglo XIX para dar vida al cap i casal (la capitalidad de las tierras valencianas) en los días más calurosos y vaya si lo consiguió. València entera se abría en el mundo. Y la plaza de toros se convertía en el epicentro. Un lugar donde lo popular y lo culto, lo rural y lo urbano, se daban la mano sin vergüenza. Pero hoy, es evidente, que en el paso del tiempo, esa esencia se ha ido perdiendo. No es este el lugar para buscar culpables sino para encontrar soluciones. Para buscar un camino que recupere lo que era. ​

Yo me niego a dejarla perder y por eso estoy aquí. Igual que todos vosotros. Porque nada que haya tenido alma está condenado al olvido si hay voluntad para defenderlo. No se trata de mirar el pasado con nostalgia, sino en implicación. No se trata de imponer una tradición, sino de comprender su valor y buscar la manera de hacerla valer en el presente.

La tauromaquia, como tantas otras expresiones culturales, está hoy sometida al juicio del tiempo. Es natural. Toda sociedad que avanza se pregunta por sus símbolos. Pero hay una diferencia entre cuestionar y borrar. Y cuando se borra lo que somos, cuando se silencia lo que ha dado forma en nuestros pueblos y ciudades, se empobrece el futuro.

Desde el primer día que asumí esta responsabilidad, por cierto, ayer hizo dos años, he repetido que la Diputación de València sería la casa donde se reivindica lo nuestro. No porque sí, no por nostalgia, sino porque creo profundamente que una institución que no cuida sus raíces se convierte en una institución vacía.

Por eso, lo digo alto y claro: sí, tenemos que recuperar la Feria de Julio. No como una pieza de museo, sino como una expresión viva, renovada, que sepa encontrar su lugar en estos nuevos tiempos sin perder la dignidad ni la historia.

Se hace necesario analizar muchos factores y hablar de fechas, de formatos y de modelos. Habrá que escuchar y esto es importantísimo, a los protagonistas del mundo taurino: toreros, empresarios, ganaderos, aficionados, pero también a quienes tienen dudas, a quienes miran desde la distancia. Porque la verdadera cultura no impone, convoca. Y la Feria de Julio tiene que volver a ser un punto de encuentro, no de confrontación.

Hace medio siglo, ya se decía que la feria "estaba casi sin vida". Y sin embargo, ha continuado viva durante décadas. Hoy, el diagnóstico vuelve más/menos a repetirse. Este año no la podremos celebrar por las obras. Obras que como bien apuntaba hoy Pedro Toledano en su columna, nos hemos visto obligados a ejecutar por dejadez de unos y desacierto de otros. Aun así, pienso que a diferencia de aquella época, hoy hay ambición, hay ganas y sobre todo, hay implicación en no dejar perder lo que es nuestro.

Quiero creer que, entre todos, seremos capaces de recuperar esa mezcla entre la València rural y la València urbana, entre el campo que alimentaba y la ciudad que celebraba. Quiero pensar que todavía estamos a tiempo de reencender esa llama. No es solo una cuestión de toros. Es una cuestión de respecto a la historia, de coherencia en nuestras raíces y de ambición cultural para el futuro.

València no puede permitirse renunciar a lo que la hace única. Y la Feria de Julio, en toda su complejidad, su riqueza y su evolución, forma parte de esa singularidad que tenemos que proteger. Os puedo asegurar que mientras yo tenga voz en esta institución, la cultura popular valenciana tendrá una casa donde refugiarse, tendrá palabra y estará protegida. Me voy con propuestas (del Aula Las Provincias) con deberes y con el compromiso ante todos vosotros de que si tenemos que repensar la Feria de Julio para que vuelva a ser lo que era, lo haremos. Muchas gracias.

DISCURS COMPLET DE VICENT MOMPÓ
Molt bona vesprà a totes i a tots.

La Fira de Juliol mereixia un debat aixina. Perquè la Fira de Juliol forma part de la nostra història i de la nostra identitat.

En estos temps de sobreinformació, d'immediatesa, de desarraïlament, parlar de tradicions pareix a vegades un gest a contracorrent. Però precisament, per això, este Aula és més important que mai. Perquè quan deixem de mirar arrere, quan deixem de reconéixer lo que ens ha portat fins ací, comencem a oblidar qui som.

La Fira de Juliol no és una tradició menor. No és una cita més del calendari. És una celebració essencial de la identitat valenciana, escrita en la calor de l'estiu, en l'arena de la nostra plaça, en les pàgines de la història i en la memòria de les nostres famílies.

Va nàixer en el segle XIX per a donar vida al cap i casal en els dies més calorosos i vaja si ho va aconseguir. València sencera s'obria al món. I la plaça de bous se convertia en l’epicentre. Un lloc a on lo popular i lo culte, lo rural i lo urbà, se donaven la mà sense vergonya.

Però hui, és evident, que en el pas del temps, eixa essència s’ha anat perdent. No és este el lloc per a buscar culpables sinó per a trobar solucions. Per a buscar un camí que recupere lo que era.

Jo me negue a deixar-la perdre i per això estic ací. Igual com tots vosaltres. Perquè res que haja tingut ànima està condemnat a l'oblit si hi ha voluntat per a defensar-ho.

No se tracta de mirar el passat en nostàlgia, sinó en implicació. No se tracta d'imposar una tradició, sinó de comprendre el seu valor i buscar la manera de fer-la valdre en el present.

La tauromàquia, com tantes altres expressions culturals, està hui sotmesa al judici del temps. És natural. Tota societat que avança se pregunta pels seus símbols. Però hi ha una diferència entre qüestionar i borrar. I quan se borra lo que som, quan se silencia lo que ha donat forma als nostres pobles i ciutats, s'empobrix el futur.

Des del primer dia que vaig assumir esta responsabilitat, per cert ahir va fer dos anys, he repetit que la Diputació de València seria la casa a on se reivindica lo nostre. No perquè sí, no per nostàlgia, sinó perquè crec profundament que una institució que no cuida les seues arraïls se convertix en una institució buida.

Per això, ho dic alt i clar: sí, hem de recuperar la Fira de Juliol! No com una peça de museu, sinó com una expressió viva, renovà, que sàpiga trobar el seu lloc en estos nous temps sense perdre la dignitat ni la història.

Es necessari analitzar molts factors i parlar de dates, de formats i de models. Caldrà escoltar i això és importantíssim, als protagonistes del món taurí: toreros, empresaris, ramaders, aficionats, però també als qui tenen dubtes, als qui miren en distància.

Perquè la verdadera cultura no imposa, convoca. I la Fira de Juliol ha de tornar a ser un punt de trobà, no de confrontació.

Fa mig segle, la revista Recortes ja parlava que la fira “estava quasi sense vida”. I no obstant això, ha continuat viva durant dècades. Hui, el diagnòstic torna més/menys a repetir-se. Este any no la podrem celebrar per les obres. Obres que com bé apuntava hui Pedro Toledano en la seua columna, ens hem vist obligats a executar per deixadesa d’uns i desencert d’altres.

Tot i això, pense que a diferència d’aquella època, hui hi ha ambició, hi ha ganes i sobretot, hi ha implicació en no deixar perdre lo que és nostre.

Vullc creure que, entre tots, serem capaços de recuperar eixa mescla entre la València rural i la València urbana, entre el camp que alimentava i la ciutat que celebrava. Vullc pensar que encara estem a temps de reencendre eixa flama.

No és només una qüestió de bous. És una qüestió de respecte a la història, de coherència en les nostres arraïls i d'ambició cultural per al futur.

València no pot permetre's renunciar a lo que la fa única. I la Fira de Juliol, en tota la seua complexitat, la seua riquesa i la seua evolució, forma part d'eixa singularitat que hem de protegir.

Vos puc assegurar que mentre jo tinga veu en esta institució, la cultura popular valenciana tindrà una casa a on refugiar-se, tindrà paraula i estarà protegida. Me’n vaig en propostes, en deures i en el compromís en tots vosaltres que si hem de repensar la Fira de Juliol perquè torne a ser lo que era, ho farem.

Moltes gràcies

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El presidente de la Diputación de Valencia reivindica la importancia del toreo y de la Feria de Julio

Redacción APLAUSOS

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