Ya está el toro en la arena. Ya no hay tiempo de otra cosa que esperar que el toro embista y que las primeras ferias tengan lo que el público y el aficionado quieren. Que no es casi nada. Un toro digno. Que embista mejor o peor. Y que los toreros compitan y busquen con su capacidad hacer su toreo. Escribo hoy de quien lo merece todo y tantas veces poco recibe. El público de los toros.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1953
