Se avanza. Felicitémosles. El toreo está desconocido. Las fuerzas vivas progresan en la defensa de la Fiesta. Me dirán que es su negocio y es cierto, pero también lo era no hace tanto y nadie daba un paso al frente. De algo parece haber servido el gran castigo catalán. Confío en que en lugar de puyazo barrenero haya sido banderillas avivadoras. No estoy diciendo que estemos en un estado ideal de defensa y ataque, ambas posiciones muy necesarias, para eso tendrían que estar todos los estamentos unidos y no lo están, todavía no, y demostrar que avanzan en la misma dirección. Pero se avanza lo que nunca se había avanzado y hay que aprovechar esa inercia para acercarse a lo ideal y sobre todo al pragmatismo colectivo. La comisión de ilustres tendrá los vicios de origen que queramos atribuirle, puede que estén defendiendo egos propios -creo que no- pero ha generado imagen y provocado la reacción general de los otros estamentos y la solidaridad de una parte de la sociedad que hasta ahora nos miraba con displicencia. El riesgo ahora mismo es el invierno. La desbandada general por motivos profesionales -campaña americana- y personales como la necesidad de evadirse de la presión de la temporada. Por ahí temo que pueda llegar un tiempo de vacío reivindicativo que resulte peligroso para el avance. Y más si la vuelta al cole coincide con el momento más delicado de la temporada, el de los planeamientos, pero eso es adelantarse a los acontecimientos y un ejercicio de pesimismo que no cabe ahora. Lo importante es que avanzan.
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