Con el objetivo de que el Ministerio de Cultura coordine e impulse medidas extraordinarias para que el mundo del toro pueda afrontar la crisis producida por el COVID-19, los profesionales taurinos, criadores del toro bravo, veterinarios, empresarios y aficionados, así como otros profesionales vinculados al sector, han enviado un dossier con 37 propuestas de medidas al ministro de Cultura.
Tras analizar la situación del sector y más allá de las medidas sectoriales internas que estas organizaciones están acordando y llevando a cabo, la continuidad de la tauromaquia exige determinadas medidas legales y actuaciones administrativas similares a las que se están adoptando (o se han reclamado) por otras industrias culturales y actividades económicas para asegurar la supervivencia del sector y de sus profesionales.
En este sentido, José Manuel Rodríguez Uribes ha recibido un análisis detallado de la situación y las posibles medidas a adoptar articuladas en cuatro apartados en función de la urgencia de las necesidades a las que atiende cada una de las medidas solicitadas:
El primer grupo de medidas son las imprescindibles para que la ausencia de ingresos en los profesionales, ganaderos y empresarios de la tauromaquia no aboque a situaciones de necesidad a los más vulnerables ni conduzca a situaciones de insolvencia o falta de liquidez de las empresas. Sólo así se conseguirá mantener el tejido profesional y empresarial que puede permitir retomar la actividad del sector cuando ello sea posible.
El segundo grupo de medidas está dirigido precisamente a facilitar la reanudación de la actividad, cuando ello sea posible, con agilidad, eficiencia y en un entorno que haga viables económicamente los festejos.
El tercer grupo plantea medidas de carácter estructural dirigido a permitir la continuidad de la actividad cuando la previsible crisis económica subsiguiente a la crisis sanitaria haga que se reduzcan los ingresos disponibles en muchos ciudadanos y con ello se reduzca el gasto cultural de los hogares como sucedió en la crisis económica de 2008. Además, el previsible cambio de hábitos sociales y el mayor distanciamiento por exigencias sanitarias obligan también a adoptar medidas de calado más allá de las precisas para la reactivación inmediata de la actividad.
Por último, el cuarto grupo de medidas tiene carácter estructural y pretende garantizar un marco favorable para la tauromaquia en el largo plazo y la adecuada coordinación administrativa en el ámbito cultural y en relación con la cría del toro bravo.
El documento constituye también una muestra de la disposición del mundo del toro “para una colaboración leal y fructífera con nuestras administraciones que ayude a garantizar el mantenimiento, incremento y difusión de nuestro patrimonio cultural taurino, como obligan las leyes, la riqueza ecológica que supone la cría del toro bravo y la propia existencia de la dehesa, la fijación de muchos trabajadores en el ámbito rural y el mantenimiento de nuestras costumbres, ritos y celebraciones, en las cuales la tauromaquia es un elemento esencial”, según el comunicado remitido por la Fundación del Toro de Lidia.
El dossier de medidas propuestas y adherirse a ellas, lo podrán hacer en este enlace.