La Corrida de Primavera de Brihuega lució un gran ambiente en los tendidos. Tres cuartos de plaza se cubrieron en la plaza alcarreña. El primer toro de la familia Matilla tuvo nobleza pero las fuerzas justas. Sebastián Castella anduvo templado en una faena de largo metraje a la que le faltó mayor emoción para llegar a los tendidos. Tardó en caer el toro tras una estocada trasera y se enfrió la petición de oreja.
El cuarto resultó un toro deslucido, sin clase y que desarrolló aspereza. Sebastián Castella brindó al público con la mejor de las intenciones. El francés estuvo firma, porfió con el toro pero la faena no rompió por las escasas opciones que dio el astado de Matilla.
La faena de José María Manzanares al segundo estuvo presidida por el temple. El toro de García Jiménez tuvo clase en su embestida y eso le permitió al alicantino cuajar una faena notable por su gusto y despaciosidad. El alicantino, esta vez, no anduvo con su contundencia habitual con la espada y cambió las orejas por una ovación.
Frente al quinto, el alicantino hizo un ejercicio de paciencia. Fue un toro noble pero apagado al que administró muy bien, dándole sus tiempos. Hubo muletazos templados dentro de un conjunto notable y rematado de manera sobresaliente con la espada en en la suerte de recibir. El palco lo premió con las dos orejas.
Roca Rey cortó las dos orejas del tercero. De principio a fin, el peruano puso toda la carne en el asador. Desde el buen recibo de capa y un variado quite hasta el emocionante prólogo de faena con cambiados en los medios, pasándose al toro muy cerca. Faena de gran gobierno y autoridad, finalizó en terrenos de cercanías, montándose encima del toro y pisando los terrenos del astado. Mató de un espadazo para coronar su actuación.
El peruano no pudo redondear su tarde frente al sexto, un toro soso y deslucido que apenas le dio opciones de lucimiento. Lo intentó Roca Rey, con recursos, le buscó las vueltas pero fue imposible. Mató de estocada tras pinchazo.
Brihuega, sábado 15 de abril de 2023. Toros de Hnos. García Jiménez y Olga Jiménez, desiguales de presentación y juego. Corrida noble en general pero justa de raza y fondo. Sebastián Castella, silencio tras aviso y palmas; José María Manzanares, ovación con saludos y dos orejas; Roca Rey, dos orejas y silencio. Entrada: Más de tres cuartos de plaza.
