Por Ignacio Núñez
Se dejó el quinto en el capote de De Justo, que cobró unas meritorias verónicas. Al toro le faltó centrarse en los primeros tercios y aunque rajadito en la muleta, tuvo transmisión y muchísima clase, colocando la cara, haciendo el avión y repitiendo a la franela del torero de Torrejoncillo, que siempre se la dejó en la cara en series de trazo larguísimo y con tremendo eco en los tendidos, a los que levantó del asiento en más de una ocasión. Se gustó y sintió el toreo. Estocada al segundo encuentro y dos orejas que fueron pedidas con mucha fuerza.
El segundo salió sueltecito y Emilio de Justo lo recogió con verónicas cadenciosas y limpias. Buena pelea en el caballo. Quitó por chicuelinas y tafalleras y tras un buen tercio de banderillas, brindó al público el matador cacereño. Lástima que tan solo le durara una tanda por el derecho, pues el toro enseguida buscó refugio en tablas desluciendo todo el trasteo sin solución de continuidad. Pinchazo y estocada que lo hizo rodar sin puntilla. Silencio.
Al cuarto, lo recibió Morante por arrebatadas chicuelinas que remató con una revolera que volvió loco al respetable. Comenzó la faena sentado en el estribo trayéndonos estampas de otros tiempos. Se puso muy de verdad Morante, pero el toro fue un desagradecido, violento y brusco en sus embestidas. Aún así, no dejo de intentarlo y le pegó un ramillete de naturales inmensos. Al segundo encontronazo, dejó una estocada perfecta en el hoyo de las agujas. Oreja.
Imposible el lucimiento del capote de Morante en su primero, que se venía andando y sin celo. Con la muleta, buen inicio del cigarrero sacándose al toro con algunos muletazos de mucho sabor. El toro no decía mucho y todo lo puso el sevillano, que siempre bien colocado y con muchísimo temple, exprimió al toro por ambos pitones. Bellísima la tanda por el derecho a pies juntos. Cerró al toro por ayudados por alto y mató de estocada caída. Saludos en el tercio tras leve petición.
No pudimos ver ni un lance de capa de Ortega con el que hizo tercero, mal presentado y pitado de salida. Peligrosísimo tercio de banderillas donde el toro apretaba al salir de los pares teniendo que emular el torero sevillano el quite a cuerpo limpio que hace unos días, dejó en Madrid su hoy compañero de cartel. Enseguida lo metió en el canasto Juan con doblones poderosos y torerísimos. Faena templada, con gusto, destacando los remates llenos de sevillanía. No pudo hacer más, con menos. Estoconazo en el segundo intento negándole el presidente una oreja de ley.
En el último, pudimos ver la exquisitez de Juan Ortega toreando de capa, las dos medias, una en los lances de recibo y otra abelmontada en un quite por delantales, fueron carteles de toros. Con la muleta el toro, sin tener mala condición, reponía y si tocaba la muleta se descomponía. Muy dispuesto el torero trianero, consiguió buenos pasajes por el pitón derecho pero la poca fuerza del toro, que se apagó demasiado pronto, impidió que llegase a los tendidos. Media estocada cuando sonaba el primer aviso. Silencio.
Cáceres. Viernes, 30 de mayo de 2025. Toros de Domingo Hernández, desiguales de presentación. Mansos y deslucidos a excepción del enclasado quinto.Morante de la Puebla, ovación tras leve petición y oreja; Emilio de Justo, silencio y dos orejas; y Juan Ortega, ovación y silencio. Entrada: No Hay Billetes.
