El Palco, por Rafael Comino Delgado

En la yema

Rafael Comino Delgado
jueves 14 de mayo de 2015

Cuando se dice “lo ha cogido en la yema”, se quiere decir en el hoyo de las agujas, pues entre los taurinos también se llama yema a esa zona, pero entiendo que al decir yema se quiere decir el centro de algo, en este caso del lugar correcto donde se debe picar.

Los muchos comentarios que se han hecho al artículo titulado Píquese bien, ¡Por favor!, indicativo del interés del tema, es lo que me ha inducido a publicar este otro, con el fin de dar a los aficionados algunos datos, que creemos interesantes, sobre la suerte de varas.

Habíamos quedado en que el lugar correcto de picar es el dorso del morrillo, entre las vértebras cervicales 4ª y 7ª, que viene a ser, aproximadamente, entre unos 15 centímetros delante del hoyo de las agujas y ligeramente por detrás de la mitad del morrillo. Obviamente el hoyo de las agujas está fuera de ese lugar, puesto que corresponde con la 3ª vértebra dorsal (depresión que existe ligeramente por delante de la cruz, que es el punto más alto), y por tanto todo puyazo en el hoyo de las agujas es incorrecto, es trasero. Cuando se dice “lo ha cogido en la yema”, se quiere decir en el hoyo de las agujas, pues entre los taurinos también se llama yema a esa zona, pero entiendo que al decir yema se quiere decir el centro de algo (también puede utilizarse con otros sentidos), en este caso del lugar correcto donde se debe picar, y desde luego el hoyo de las agujas no es ese centro; el centro de donde se debe picar sería entre las vértebras cervicales 5ª y 6ª.

Diversos estudios científicos de los veterinarios Luis F. Barona, y Antonio E. Cuesta en Córdoba, Julio Fernández y Juan Villalón en Madrid y el mejicano don Pedro Martínez Arteaga, que vino a Córdoba para hacer su tesis doctoral sobre la suerte de varas, han demostrado que sólo entre el 4% y el 7% de los puyazos se colocan en lugar correcto. Nosotros analizamos 1.204 puyazos recogidos de corridas vistas en televisión, la inmensa mayoría en Canal+ Toros (siempre se ve muy bien el lugar dónde se coloca la puya), y solo el 0,74% de ellos estaban en el lugar correcto, pero si les sumamos los colocados en el hoyo de las agujas (que están mal puestos), ese porcentaje sube al 8,55%.

En cualquier caso es evidente que la inmensa mayoría de los puyazos se colocan incorrectamente, esa es la realidad. Y peor aún, pues cuando el picador rectifica la colocación de la puya la vuelve a poner mal. En nuestro estudio se rectificó en el 6,45% de los puyazos y en todos volvió a colocarse mal, casi siempre en la cruz, también llamada péndolas, rubios o agujas (parte más alta del tórax donde se cruzan los huesos de las extremidades anteriores o manos con la columna vertebral, a nivel de las vértebras dorsales 4ª a 6ª), lo cual indica que el picador no tenía intención de picar en el morrillo, al menos en estos casos. Por ello preguntamos a varios profesionales, ¿por qué no picaban en el dorso de la mitad posterior del morrillo? y recibimos diversos tipos de contestaciones; las más significativas fueron:

a) Que en el morrillo la piel está muy dura y por eso se van hacia atrás.

b) Que ellos picaban donde les decía su matador.

Casi todos los puyazos se dan en la cruz, incluso por detrás, o en las paletillas, donde con toda seguridad lesionarán el aparato locomotor del toro, dificultando su movilidad, como ya dijimos. De hecho, si son observadores habrán comprobado cómo muchas veces el toro empieza embistiendo bien al capote pero cuando sale del caballo lo primero que hace es perder las manos, y a partir de ahí cambia su modo de embestir, porque ha sido lesionado.

Esperamos que todos estos datos les hayan servido para aclarar algunos aspectos sobre el tema y además para que en lo sucesivo no aplaudan un puyazo dado fuera del morrillo, como, lamentablemente, vemos con frecuencia.

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