El delegado del gobierno de la Junta de Andalucía en Jaén, Jesús Estrella, presidió el miércoles la reunión del jurado de los II Premios Taurinos de la Provincia de Jaén, con los que la administración andaluza reconoce la vinculación del territorio al mundo de la tauromaquia y la dedicación de diferentes profesionales que, a través de distintas disciplinas, contribuyen a la puesta en valor de la cultura taurina.
"Estos galardones nacieron en el año 2024 para reconocer la historia, la cultura y la tradición de la provincia jiennense, vinculada al mundo del toro, un territorio eminentemente taurino", detalló Jesús Estrella. Igualmente, el delegado del Gobierno de la Junta recordó que, para la provincia de Jaén, "el mundo del toro supone un sector productivo muy importante, especialmente en determinadas zonas de la provincia, donde no solamente genera economía sino también oportunidades vinculadas al mundo laboral".
El fallo del jurado de los II Premios Taurinos de la Provincia de Jaén, han reconocido con el premio al triunfador de la temporada en la provincia a Curro Díaz; el premio Iniciativa Popular en la provincia de Jaén ha recaído en el Ayuntamiento de Villacarrillo, por su compromiso permanente manteniendo la tradición local de los encierros taurinos.
El premio a la Defensa de los Valores Taurinos y Promoción de su Cultura en la provincia de Jaén: el curso de tauromaquia que ofrece la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), en colaboración con la Federación Taurina de Jaén, y dirigido por Luis Francisco Esplá. El premio a la Trayectoria Profesional en el Ámbito Taurino de la Provincia de Jaén es para Enrique Ponce, torero valenciano pero con especial vinculación al territorio jiennense.
Además, el jurado ha concedido dos reconocimientos in memoriam: por un lado, al ganadero Apolinar Soriano, fallecido en este 2025; de origen conquense pero afincado en La Carolina y muy reconocido en el mundo del toro. Se reconoce igualmente en esta categoría a Alicia Chico, ganadera de bravo fallecida a finales de 2024 que mantuvo activa la práctica de la trashumancia de largo recorrido, con un trayecto de reses bravas desde Frías (Teruel) hasta Vilches (Jaén).
