TAL DÍA ESTA SEMANA… 7 DE MARZO DE 1982

Enrique Ponce encandila en la primera edición del certamen "Monte Picayo busca un torero"

Alfonso Ávila
lunes 07 de marzo de 2022
En el complejo hotelero de la localidad valenciana de Puçol se inicia un concurso en busca de nuevos valores para la tauromaquia.

El complejo hotelero Monte Picayo de Puçol sorprendió con la organización de un certamen para becerristas, modalidad que en aquellos años -1982- no existía en ninguna parte. En aquella primera edición, de la que ahora se cumplen cuarenta años, encandiló un jovencísimo Enrique Ponce y el alto nivel técnico y artístico de los chavales que participaron. La empresa de la plaza de toros de Valencia, en aquel tiempo Camará-Pedrés-Miranda, incluyó al ganador en una becerrada a celebrar en la plaza de la capital.

El sábado 7 de marzo, en una mañana soleada y con lleno total en los tendidos, se celebró la final de aquella primera edición del concurso. Se lidiaron cuatro becerras de la ganadería de Cetrina, propiedad de Manuel Tornay y Luis Fernández, que resultaron nobles y de buen juego en general.  Actuaron los jovencísimos aspirantes Miguel Asensi, que demostró armonía y mucho temple en su gran actuación, Ramón Carceller “Ramonet”, de Foyos, variado con el capote y buen hacer muletero, Enrique Ponce, que demostró su gran capacidad lidiadora, y Alberto Ballester, con su toreo personal y de buen gusto. Todos consumaron una gran actuación, incluso los sobresalientes en los quites, como Rafael Asensio, Luis Fernández “Jocho” y Fernando Iglesias. En la clasificación final resultó ganador del certamen Ramonet, seguido de Miguel Asensi, Enrique Ponce y Alberto Ballester.

Benlloch, en cariñoso gesto en el brindis de un jovencísimo Enrique Ponce.

Por su transcendencia en la historia de la tauromaquia, destacamos la actuación de un jovencísimo Enrique Ponce, de tan sólo nueve años. El compañero de Aplausos, Manuel Serrano Romá, resumía la actuación del joven de Chiva: “La tercera becerra, Laborada, nº 465, fue la que más problemas sacó de todas y ésta le correspondió a Enrique Ponce, que supo bordar unas verónicas muy templadas, luego con la muleta supo resolver la papeleta de lidiar a su enemiga con aciertos de lidiador consumado. En este sobrino-nieto del que fuera matador de toros valenciano Rafael Ponce “Rafaelillo” hay madera y de la buena. Quedó en tercer lugar y se llevó de premio una muleta”.

Este certamen nació por iniciativa de nuestro director José Luis Benlloch, que con la ayuda del banderillero Antonio Fernández Tejada “Canina” supieron convencer al gerente del complejo hotelero, Jesús Gómez Escardó, para sacarle partido a la placita que se levantaba junto al casino, y, cómo no, buscar nuevas vocaciones en la Valencia taurina. Cabe recordar que por ese tiempo aún no existía la Escuela de Tauromaquia de Valencia. Este certamen arrancó ese año de 1982 y se prolongó hasta 1994. En esos años actuaron jóvenes valores como el mencionado Enrique Ponce, José Pacheco "El Califa", Raúl Zorita, Manolo Carrión, El Ciento, Luis Blázquez, Manuel Caballero o el mismísimo Julián López “El Juli”, ganador de la edición de 1994. Otros participantes fueron Álvaro Acevedo, Antonio Puchol, Ángel de la Rosa...

Litri acabó el papel y emocionó frente a una de las becerras en una de las clases magistrales que ofrecían los toreros.

Otro gran aliciente del concurso eran las clases magistrales que ofrecían toreros y las posteriores tertulias con importantes periodistas taurinos de la época como Juan Posada, el propio José Luis Benlloch o Vicente Zabala. En las clases prácticas, los aficionados pudieron disfrutar de auténticas lecciones magistrales de consumadas figuras del toreo como los hermanos Bienvenida, Miguel Báez Espuny “Litri”, Julio Aparicio, Curro Vázquez, Manzanares, El Soro o Espartaco, entre otros.

Precioso aspecto de la coqueta plaza de toros de Monte Picayo.

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando