Enrique Ponce saludó una ovación tras lidiar al primero, un toro sin clase al que instrumentó una faena tesonera. Cortó las dos orejas de su segundo, un toro encastado y con cierta calidad pero muy justo de fuerzas. El valenciano instrumentó un trasteo comprometido, exponiendo y exprimiendo al animal. Se tiró a matar de verdad y fue prendido, por suerte sin más consecuencias que las lógicas de la paliza.
Javier Conde fue pitado tras despachar al segundo. Toreo periférico del malagueño que, además, dio un mitin con la espada. Ante el sexto fue silenciado después de intentarlo con algo más de interés que en su primer turno, pero en esta ocasión el toro se apagó demasiado pronto.
Luis Miguel Vázquez remató mal con la espada una faena de muy buena actitud a un toro muy blando, saludando una ovación. Dos orejas paseó del séptimo tras mostrarse entregado y encajado frente a un toro con cierto genio. Firme y meritorio el torero de la tierra, que no acusó la falta de contratos.
El novillero Carlos Aranda cortó las dos orejas del cuarto, un utrero escurrido pero encastado. Entonado Aranda, variado, componiendo la figura y matando contundentemente a la primera. El octavo y último del festejo fue un novillo rajado ante el que Aranda prácticamente quedó inédito. Mató bien al primer viaje, siendo ovacionado.
Daimiel (Ciudad Real), 5 de septiembre de 2014. Seis toros y dos novillos de El Cotillo para Enrique Ponce, ovación con saludos y dos orejas; Javier Conde, leves pitos tras aviso y silencio; Luis Miguel Vázquez, ovación con saludos y dos orejas; y el novillero Carlos Aranda, dos orejas y ovación con saludos. Entrada: Media plaza.