El arte, la gloria, la torería, la belleza, la emoción, el toreo antiguo, el toreo de siempre, el toreo más difícil y al tiempo el toreo más moderno, apareció, como por arte de magia, en la tarde soleada del sábado 2 de octubre de la mano y la solera de un veterano orillado llamado Juan Mora, al que maltrataron en Las Ventas allá por junio; y que explotó en su dorado otoño para que no olvidemos que el toreo es como es, que la intensidad está por encima de la cantidad, que la emoción es un metal noble comparado con la bisutería del divertimento.
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