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Entrega absoluta de Padilla y faenón de Fandiño en Arles

Daniel Luque pasea un trofeo de una corrida variada e interesante de Torrestrella

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE ISABELLE DUPIN

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Serio, cuajado y bien armado el primer torrestrella con el que Juan José Padilla quedó inédito tras dañarse el toro -que apuntó excelentes condiciones- la mano izquierda en el arranque de faena. En este toro presentó sus credenciales Iván Fandiño con un ceñidísimo quite por gaoneras al que respondió Padilla por tafalleras. Cerca estuvo el toro de llevarse por delante al jerezano cuando remató el quite con una larga de rodillas.

Lo que no pudo hacer en su primero lo hizo en su segundo turno. Padilla, que cuajó un buen tercio de banderillas, ganando bien la cara y clavando con reunión, realizó una faena inteligente, con el sello de la entrega y la disposición absoluta. No se guardó nada dentro el jerezano ante un toro con fondo y duración, mostrándose variado y conectando con el público. El final de faena, con desplantes de rodillas y molinetes acabaron de calentar a los tendidos, que pidieron las dos orejas tras una buena estocada.

Iván Fandiño cuajó una muy meritoria faena al que hizo segundo. Sincero esfuerzo del vizcaíno con un toro complicado y áspero, que no fue nunca metido en la muleta y llevó la cara siempre a media altura. Valor, actitud, compromiso y firmeza de Fandiño que se embraguetó con el toro y se impuso en una labor en la que se la jugó sin trampa ni cartón.

El burraco quinto fue un buen toro de Torrestrella que mostró sus buenas condiciones de salida. Fandiño meció con buen aire el capote, ganando terreno. Faena importante del vizcaíno, maciza y de enorme convencimiento. Siempre bien colocado, el de Orduña toreó templado, con mando y mano baja sobre la diestra. Profundos los muletazos. Reunidos. Al natural no bajó el nivel, todo lo contrario. Hubo muletazos al ralentí, muy despacio, con largura y ajuste. La firmeza, la seguridad y la autoridad en el arrimón final dieron paso a una gran estocada. Tardó en caer el toro y el aviso que sonó durante la faena enfriaron la petición del segundo trofeo.

El tercero tuvo nobleza y calidad pero no le acompañaron las fuerzas ni tampoco descolgó. Lo entendió bien Daniel Luque que supo cogerle la altura y el ritmo y pronto le aplicó la receta del temple y la suavidad. El sevillano acompañó las embestidas con gusto y sabor. Labor inteligente rematada con acierto con los aceros.

El sexto fue el más deslucido y con menos posibilidades de la corrida. De corto viaje y parado, no tuvo el interés de sus hermanos. El de Gerena anduvo tesonero pero su faena no tuvo lucimiento.

Arles (Francia), sábado 30 de marzo de 2013. Toros de Torrestrella, bien presentados, serios, con cuajo, de variado juego en su conjunto. Destacó el buen quinto, con calidad y humillación; el cuarto, con fondo; tercero, noble pero sin poder y sin humillar. JUAN JOSÉ PADILLA: Ovación con saludos y dos orejas; IVÁN FANDIÑO: Silencio y oreja tras aviso; DANIEL LUQUE: Oreja y silencio; Entrada: Más de media plaza.