Se encuentra ya inmerso en la campaña americana con el firme propósito de consolidar definitivamente su nombre. De no perder ni un ápice de la categoría que atesora su dinastía, la de los Silveti. Para ello, Diego llega con una hoja de servicios donde le avalan serias actuaciones cosechadas en la campaña europea. Una campaña que, si no ha sido lo extensa que le hubiese gustado, sí ha servido para mantener intacto su crédito.
- “La oreja que corté en Madrid, por todos los condicionantes que tuvo la faena, me dio fuerzas para encarar el año”
- “Las estadísticas reflejan solo números, para mí prima más el sentirme torero en la plaza, sentirme realizado”
