ANOET ha llevado a All Sports Media a los tribunales por “alterar las normas del mercado” limitando la libre contratación de los toreros del denominado G.10, que pusieron en manos de dicha sociedad sus derechos de imagen. Javier Folque, ha declarado que no existe ningún procedimiento sancionador abierto contra la empresa que representa. La noticia está ahí y es sobradamente conocida. Ahora se impone el análisis de la situación. Porque la realidad es que sí hay un problema que resolver y unos daños causados tanto a los propios toreros como a las empresas taurinas y televisivas, y sobre todo a la afición que se está viendo privada de la actuación de varias figuras del toreo que quiere ver anunciadas en las principales ferias de la geografía taurina española.
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