Escribano y Mosquetón, emociones fuertes en Sevilla

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La corrida comenzó con la frustración de la lidia de un toro muy manso, que primero se negó a salir al ruedo, tardando varios minutos en pisar el albero, y luego se emplazó. Lo lidió con acierto Juan Sierra. Se le pudo picar en terrenos de sol y costó mucho trabajo ponerle las banderillas. El Cid lo intentó sin ninguna posibilidad de que el animal se desplazara. Mató de tres pinchazos y estocada.

El segundo fue otro toro con mansedumbre acusada, que hizo muy prolija la lidia. Lo picó bien Juan Peña y se lució en tres pares muy expuestos Manuel Escribano. El diestro de Gerena tragó mucho para encontrar el sitio y logró con valor tandas sobre la izquierda de mucho mérito. También se estiró por el derecho, por donde le apretó mucho. Valiente e inteligente, sacó agua de un pozo seco. Mató de un pinchazo y una estocada.

El tercero salió con más gas que sus hermanos. Daniel Luque lo paró con el capote y al soltar una mano dio dos largas y posteriormente cinco verónicas estimables. De nuevo la lidia fue muy costosa por la falta de fijeza del toro. Brindó al cielo en memoria de su padre, recientemente fallecido. Con inteligencia y valor, Luque logró algunas tandas en las que tapó al toro, que muchas veces lo sorprendió o amagó con prenderlo. La faena no llegó a ser limpia, dado que el animal derrotó y descompuso al diestro, que logró derechazos muy templados aunque sin posible ligazón. Al final, el de Victorino acabó rajado. Mató de estocada efectiva.

El cuarto tampoco fue un buen toro, aunque se comportó como bravo en dos puyazos. Se movió bien en banderillas y cambió en la muleta, porque comenzó a echar la cara arriba y a probar la embestida. El Cid hizo un esfuerzo primero por el pitón izquierdo, porque donde el toro amagó mucho. Lo mismo ocurrió en las tandas sobre la derecha, deslucidas por la continua forma de quedarse el animal y buscar al torero. Mató de cuatro pinchazos y un descabello.

El quinto fue un buen toro, sobre todo encastado, que desarrolló calidad en la muleta. Escribano lo saludó a portagayola y lanceó con arrojo. Tardeó en el segundo puyazo, pero Juan Francisco Peña hizo muy bien la suerte. Colocó tres pares de banderillas, el tercero al quiebro. El toro humilló y embistió con clase a la muleta de Escribano, que comenzó su labor con varias tandas con la derecha, por donde se produjo un desarme. La faena creció, como el toro, en la segunda mitad con muletazos con la zurda muy templados y mandones, rematados de forma espléndida con los derecha pecho. Escuchó un aviso antes de entrar a matar. Estocada trasera. Dos orejas tras aviso. Vuelta al ruedo al toro de nombre Mosquetón, número 76.

Daniel Luque lanceó a la verónica al sexto con vibración. Recibió dos buenos puyazos de Jabato. La lidia en banderillas fue muy laboriosa. Daniel Luque comenzó por el pitón izquierdo para encontrar un astado que se quedó debajo del engaño sin salir del muletazo. Por la derecha, también fue muy complicado poniendo en riesgo al torero, que en dos ocasiones estuvo a punto de ser cogido. Abrevió y lo mató de una estocada y cuatro descabellos.

Sevilla, sábado 3 de mayo de 2025. Feria de Abril. Toros de Victorino Martín, bien presentados y de desigual juego. Primero, muy manso; segundo, manso y reservón; tercero, manso y probón; cuarto, correoso y sin clase; quinto, noble y encastado, y sexto, complicado. El quinto, Mosquetón de nombre, número 76, de 510 kilos, nacido en 01/20, negro entrepelado, premiado con la vuelta al ruedo. Manuel Jesús "El Cid", silencio y silencio tras aviso; Manuel Escribano, gran ovación con saludos tras aviso y dos orejas tras aviso; y Daniel Luque, ovación con saludos tras leve petición y silencio. Entrada: Lleno. Saludó Juan Sierra tras banderillear al cuarto.

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