No se sabe bien por qué, y habrá por tanto que averiguarlo, la mayoría de las escuelas de tauromaquia han perdido últimamente peso, presencia y prestigio. Perder esas tres cosas es señal de decadencia. O al menos, un síntoma alarmante. Se habla de las escuelas dotadas de subvención pública y no de las contadas escuelas privadas que todavía admiten aprendices y aspirantes, ni de los concursos que con grandes desvelos organizan y celebran patrocinadores desinteresados. En Portugal, en Francia y en España.
Lea el artículo completo en su Revista APLAUSOS
Acceda a la versión completa del contenido
Escuelas y artistas
Los mozos de espada de la Comunidad de Madrid han celebrado este sábado en la…
Pasadas las dos de la tarde, en un frío y escueto comunicado, la Real Maestranza…
Tras su estreno en Sevilla, la Peña Francisco Montes “Paquiro” de Chiclana ha presentado el…
Se pone fin a la era Pagés tras noventa años como empresarios de la Maestranza
Un accidente de tráfico se ha llevado la vida de este joven novillero, que ahora…
Colombo hará doblete en su tierra, en una feria en la que debutan los jóvenes…