La plaza de toros de San Agustín del Guadalix se llenó hasta la bandera. El gesto y la gesta de Damián Castaño lo merecía. Y así lo reconoció el público, que se puso en pie durante el paseíllo y después, rotas las filas, le obligó a saludar una cerrada ovación.
Abrió plaza Carafea, que no se empleó en el capote de Damián Castaño. Héctor Piña se lució en tres buenas varas y una cuarta más en la corta distancia. Dos buenos pares de Iván García. El salmantino basó la faena en la mano derecha con algunos muletazos buenos, sometiendo la embestida. Por el otro pitón, el toro avisaba. Fue ovacionado tras una faena meritoria, de menos a más y emocionante no rematada con la espada.
Precioso de hechuras el segundo, Salado de nombre, acudió al capote con presteza y rectitud, y con alegría y bravura hasta tres veces al caballo bien montado por Javier Martín, que fue ovacionado. Muy castigado en varas, el toro se paró en la muleta y se puso a la defensiva. De nuevo la espada de Castaño se atascó, siendo silenciado.
Cigarrero II, colorado, fue picado hasta en cuatro ocasiones. Luego, puso en serios aprietos a la cuadrilla, sin dejar pasar a los banderilleros echando la cara arriba y creando un gran desorden en el ruedo. Damián Castaño se fue con todas las ganas del mundo a armar faena por ambos lados pero entre derrotes y el corto viaje del toro, solo quedó el mérito del torero, que fue ovacionado por su disposición.
El otro colorado del encierro fue el cuarto, Langosto. De los cuatro encuentros con el piquero, dos se arrancó desde el otro lado de la plaza. Muy bien lidiado por Iván García, llegó como descoordinado a la muleta. De nuevo, como casi toda las faenas, la de este toro la fundamentó en el toreo sobre la diestra porque por el otro pitón fue imposible. Por ahí toreó con desmayo en ciertos momentos. Esta vez la espada funcionó y recogió una gran ovación con saludos desde el tercio.
El mejor momento de Damián Castaño llegó con el precioso burraco quinto. Hasta siete verónicas, ganando terreno desde el tercio hasta los medios. Cumplió el toro en tres entradas. Enterado en el segundo tercio, se quedó muy corto en su recorrido. El salmantino porfió con él y cobró una voltereta ante un toro que cada vez medía más. Mató de media estocada y saludó una ovación.
Salió Carafea para rematar una feria que cada año va para arriba. Este sexto no se definió en la capa y antes del puyazo escarbó. En banderillas se fue a la puerta de chiqueros y el matador se fue a buscarlo hasta allí. Logró a base de porfiar muletazos sueltos por ambos pitones, pero otra vez la espada... el talón de Aquiles de Castaño durante su dura gesta y que pesó como una losa. El público reconoció y obligó a saludar al torero la quinta ovación de la mañana.
San Agustín del Guadalix (Madrid), domingo 27 de abril de 2025. Matinal. Toros de Dolores Aguirre, bien presentados y de desigual juego. Todos acudieron al caballo un mínimo de tres veces. Damián Castaño, como único espada, ovación con saludos, silencio, ovación, ovación con saludos, ovación con saludos y ovación con saludos tras aviso. Entrada: Lleno. Javier Martín se llevó el premio a mejor picador. Tras el paseíllo, el público obligó a Damián Castaño a saludar una fuerte ovación. Actuaron como sobresalientes Alberto Pozo y Francisco Montero. Fue premiado el varilarguero Javier Martín por el club 3 Puyazos por el tercio de varas al segundo de la mañana.