El segundo de Baltasar Ibán vendió cara su muerte. No dejó pasar a Francisco José Espada en ninguna ocasión. En su segundo intento de realizar la suerte suprema, el toro le pegó un duro derrote en la cara al torero de Fuenlabrada, lo que provocó que sufriese una herida en la boca. Espada fue atendido en la enfermería, donde le curaron una herida inciso contusa en el mentón, además de sufrir una contusión en la cara. Salió a matar a su segundo con un apósito en su rostro.