El torero alicantino customiza una barrica que, con el título ‘Tiovivo’ pasará a ilustrar las etiquetas la nueva gama de El Miracle Art junto a otros artistas valencianos Bodegas Vicente Gandía ha incorporado el talento, la maestría y la pasión por el arte del torero alicantino Luis Francisco Esplá a su colección ‘Arte en Barrica’, elaborada por diferentes artistas valencianos de renombre internacional cuyos diseños se incorporan a las etiquetas de El Miracle Art, gama de vinos elaborada al amparo de la D.O. Alicante.
Se trata de una barrica inspirada en el protagonismo que el vino ha adquirido en la historia del mundo, desde sus inicios hasta la fecha; realidad que se materializa en la representación alegórica de un tiovivo que pretende ser una metáfora de la relación existente entre el hombre y el vino a lo largo de la historia.
Para el torero alicantino, reciente Medalla de Oro de las Bellas Artes, “en ocasiones es difícil discernir si el vino gira en torno al mundo o viceversa”. De ahí, ha manifestado, “la idea de un tiovivo cuya interacción –contraria en su movimiento a las agujas del reloj– acoge aspectos esenciales en la relación del hombre con el vino”.
SOMBOLOGÍA DE LA BARRICA
Esplá ha plasmado en esta barrica el contacto más primario del hombre con el vino, la forma en cómo éste se relaciona con el vino, desde su contacto más primario a las metáforas propias de la mitología en la que el vino, como elemento orgánico inherente a las personas, tiene un claro protagonismo.
Otro elemento presente en la barrica pintada por Luis Francisco Esplá ha sido la relación entre los poderes públicos y el pueblo, cuya relación se ha materializado en las fiestas populares. Este símil se ve reflejado en la figura de La Bellea del Foc, así como en el papel de agente unificador que el vino realiza entre el pueblo y los poderes públicos.
El clero también aparece representado en las ilustraciones de esta barrica, desde la perspectiva histórica y metafórica que ofrece el vino como un símbolo indispensable de la Eucaristía. Un símbolo que no sólo humaniza la relación entre Dios y los hombres, sino que, mediante la simbología de la barrica, ejerce un papel puente entre lo humano y divino.
Durante la presentación, el matador alicantino ha firmado varios flyer con la imagen de su barrica a los diversos aficionados que se han acercado para saludarle y compartir con él su pasión por el toreo, por el arte y, en definitiva, por aquello que les ha unido en esta cita anual con la gastronomía: el vino.
Esplá junto a la barrica que él mismo ha pintado.
