Nunca nos acabamos de enterar de cómo es este país y lo sano que sería conocerlo mejor. Está muy bien que viajemos en busca de la playa o la nieve en las vacaciones, o descubramos Europa o cualquier otro continente; pero seguimos -yo me incluyo rápidamente- sin tener noticia exacta y disfrutar de esta “vieja piel de toro” que es España. Yo no tenía ni repajolera idea de dónde estaba y qué pasaba en una ciudad llamada Don Benito. Bueno: algo sabía pero poco. Más o menos la tenía ubicada en el mapa; y últimamente me había hablado de esa zona pacense y extremeña Manuel Caballero. Conocía que esas tierras, ubérrimas y de gran riqueza agrícola, pertenecieron al Señorío de Medellín, porque de ahí vino el nombre de la segunda capital colombiana. Sabía cuatro cosas. Pero mi ignorancia se chocó con la realidad. Hermosa realidad.
Lea el artículo completo en su revista APLAUSOS
