Ha salido fortalecido de la feria de San Isidro, ciclo donde logró, por fin, dar rienda suelta a una necesidad más personal que profesional: salir en hombros por la puerta grande de Madrid. Encara ahora una temporada que para él será un examen continuo. Con vitola de figura del toreo, el de Orduña afronta el reto del día a día, del toro a toro. Admite sentirse orgulloso de sí mismo y reflexiona sobre la entidad de su tauromaquia y la consecución de ese estilo de torear tan propio y tan distinto que es uno de sus baluartes delante del toro.
– “Cuando se habla de Iván Fandiño los aficionados saben de quién hablan, cuáles son las señas de identidad de mi toreo y mi verdad delante del toro”
– “Salir a hombros de Madrid me satisface como persona y como torero pero para nada me conformo. Nunca lo he hecho y esta vez no va a ser distinto”
– “Las empresas saben que mi nombre es necesario para poder cerrar los carteles de una feria. Esos aspectos los he empezado a notar ahora y representan una diferencia con relación a meses atrás”
– “He llegado mucho más alto de lo que pensaba”