El rejoneador Rafael Peralta Pineda ha fallecido este viernes, 4 de junio, a los 92 años de edad. Nacido en La Puebla del Río un 4 de junio, Rafael siguió los pasos de su hermano Ángel y con 25 años comenzó a actuar en los ruedos españoles.
Empezó en 1959 debutando en la plaza de toros de Constantina. Desde el inicio, se pudieron vislumbrar sus grandes cualidades como jinete y rejoneador. El lema de sus comienzos fue: "Rafael Peralta, único por ser diferente", pues siendo continuación del estilo creado por su hermano Ángel, interpretaba las suertes con un sello propio y distinto. Su alternativa fue un 30 de mayo en el San Isidro de 1959, pues antiguamente la fecha de doctorado de los rejoneadores españoles era su presentación en Madrid. Aquel día se lidiaron toros de Sánchez Cobaleda para Rafael Peralta, Julio Aparicio, Manolo Vázquez y Curro Girón, causando el caballero de La Puebla del Río una gratísima impresión.
Rafael Peralta representó uno de los máximos exponentes del rejoneo clásico y a la vez vibrante. Estuvo en activo cuarenta y cuatro temporadas ininterrumpidas (caso único en la historia), actuando por los ruedos de todo el planeta taurino. Ídolo en América, el menor de los Peralta lideró el escalafón en varias temporadas. Así, por ejemplo, en el año 1972, donde actuó 112 tardes y cortó 363 orejas y 96 rabos. Además, hasta la década de los 90, se mantuvo como máxima figura ocupando siempre un puesto destacado.
Formó parte del cuarteto de los "Cuatro jinetes del apoteosis", creando propiamente las corridas del arte del rejoneo y que sentarían las bases del toreo a caballo en España. Considerado uno de los nombres más grandes del toreo a caballo, Rafael Peralta constituyó todo un referente. Si anteriormente se acostumbraba a pasar y clavar al hilo del pitón, Rafael Peralta destacó por invadir los terrenos del toro, citando de frente, exponiendo y clavando al pitón contrario asombrosos pares al quiebro y a dos manos.
Como curiosidad, decir que en un festival celebrado en la Real Maestranza el 10 de enero de 1965 cortó el primer rabo que un rejoneador cortara en Sevilla. Son varias sus puertas del Príncipe y puertas grandes en Madrid, constituyendo todo un hito al cortar oreja en la Real Maestranza de Sevilla con más de sesenta años cumplidos.
De sus caballos es obligado recordar nombres como Indiano, Gallareto, Apolo, Brujo, Limonero o Dólar, todos ellos con el hierro de Peralta. Fue distinguido con la Medalla de Oro de la Solidaridad Social por su participación y organización altruista en numerosos festivales benéficos, como el de Cáritas en Sevilla o el de Medina de Rioseco (Valladolid).