Fusilero, una de las leyendas de la cuadra del navarro, falleció el pasado 31 de mayo en la finca de Pablo Hermoso de Mendoza, en Estella cuando contaba con veintisiete años de edad. Estaba retirado desde la temporada 2009, cuando toreó su última corrida en la mexicana plaza de toros El Pinal, en Teziutlán (Puebla). Fusilero ejercía de maestro para los primeros pasos de equitación de los hijos de Hermoso de Mendoza.
Fusilero ha actuado en seiscientos cuarenta y cuatro festejos (cuatro en Colombia, dos en Quito, dos en Perú, trescientos sesenta y ocho en Europa y doscientos sesenta y ocho en México), con siete países visitados (Colombia, Perú, Ecuador, México, Francia, España y Portugal), con más de dos mil embroques con los toros, con una cornada gravísima a la altura del corazón, con diversos sustos sin consecuencias graves, con numerosos triunfos importantes (Lisboa, Madrid, Pamplona, Montijo, México D.F., Quito, Arles) formando parte de la familia equina del jinete navarro durante diez temporadas.

