Antonio Ferrera cumplirá hoy con la primera de sus dos tardes en las que está anunciado en Las Ventas. Hoy lidiará la corrida de Alcurrucén junto a Juan Bautista y El Capea; y el próximo 26 la del Puerto de San Lorenzo con Abellán y Luque. “Es un marco ideal para seguir soñando. Madrid es una meta preciosa, se viven sensaciones muy al límite en esa plaza que sirven para generar ilusiones en el torero y en el público. Es una motivación poder llegar a emocionar a esa plaza”, reconoce el extremeño en una amplia entrevista en el número de esta semana de la revista Aplausos.
Llega a Madrid en un momento de torero en sazón, tal y como ya desmostró en Sevilla, donde cuajó la mejor faena del abono frente a un victorino. “Es de esas faenas que percibes felicidad cuando las recuerdas, sabes que has hecho algo grande, que es el resultado de mucho tiempo, de una evolución personal y profesional que al final sale delante del toro”.
El torero extremeño confiesa que estos últimos días ha estado preparando San Isidro en la soledad del campo. “Es mi hábitat natural. No hago muchos tentaderos e incluso este año apenas he matado un par de toros a puerta cerrada. Prefiero torear de salón, que es donde se mascan muchas cosas en el artista, donde fluyen cosas nuevas. La soledad es muy buena compañera a la hora de compenetrarla con el toreo”.

