Ahora que tan de moda está “tunear” los capotes, Morante por ejemplo lo usa con las vueltas verde manzana, Ferrera sorprendió en Valencia con un capote de seda azul eléctrico y con el envés celeste. Muy lacio, sin apresto. Como los utilizados en las primeras épocas del toreo. Al mecerlo Ferrera la efigie recordaba a aquellos toreros de principios del siglo XX. Un capote elaborado por la sastrería de toreros extremeña Paco Méndez. El inconveniente fue la brisa, que levantaba los vuelos de la seda e imposibilitaba al torero manejarlo con poder. Otra aportación más de Ferrera, que no deja de sorprender con su amplia tauromaquia.