Son una leyenda del Campo Charro. Casi cien años contemplan a esta ganadería que fue santo y seña del ganado bravo y una de las predilectas de las figuras en las décadas de los cincuenta y sesenta. Ahora buscan recuperar el esplendor de aquellos años de la mano de la cuarta generación de ganaderos de esta casa. Jesús Cobaleda perpetúa un legado familiar. Por delante tiene el reto de devolver a su ganadería al sitio de privilegio del que gozó.
- “Soy la cuarta generación de ganaderos, tengo entre manos un legado familiar que estoy dispuesto a perpetuar y espero que mis hijos lo continúen en el futuro”
- “A ganaderías como la nuestra nos van dejando en un sitio en el que estamos cada vez más solos. Somos prácticamente una ganadería de culto”
- “Llama la atención la mezcla del blanco y el negro en los pelajes. Hay calceteros, girones, luceros, estrellados…”
- “Al caballo le damos la máxima importancia por no decir toda. Consideramos que la lidia en el caballo es un reflejo de lo que es el toro de verdad”
Lea AQUÍ el reportaje completo en su Revista APLAUSOS Nº 1956
(Foto: Isma Sánchez)
