El verano taurino pone a prueba a los torero, en el caso de Borja Jiménez le está dando todavía más aire, en esta semana pasada Francia ha sido testigo del momento Jiménez. El de Espartinas sigue erigiéndose como uno de los grandes nombres propios de la temporada, en un primer tramo fueron Sevilla y Madrid -donde su firmeza, verdad y pureza dejaron huella en su faena a Milhijas el pasado mes de junio-, los que atestiguaron el estado de plenitud que se encuentra el diestro. Y agosto está siendo un mes memorable, sumando actuaciones en cuatro corridas consecutivas, en plazas de primera categoría y con carteles de máxima exigencia.
El 14 de agosto en San Sebastián, Borja ofreció una faena de poder y reposo, y el 15 en Málaga cuajó un toro de Juan Manuel Criado en plena feria. Tras estas dos tardes, llegó la esperada Francia: el sevillano volvió a dejar claro en su doble cita gala que su concepto del toreo pasa por la profundidad, la verdad y el temple.
El 16 de agosto en la feria de Dax frente a toros de El Freixo, junto a Miguel Ángel Perera y Daniel Luque, Borja cortó tres orejas en una tarde de sello propio, con toreo caro y de mucho poso, en una gran corrida del maestro Juli que propició el triunfo de la terna al completo. Y como colofón, este 17 de agosto en Béziers, frente a los toros de Pedraza de Yeltes, y compartiendo cartel con Sebastián Castella y, de nuevo, Perera, cortó dos orejas que pudieron ser cuatro de no haber fallado con la espada en el sexto. Fue una tarde de toreo reposado y profundo, donde dejó una imagen de torero grande para seguir conquistando Francia. Ahora, la cita ineludible de Bilbao, una tarde clave donde Borja Jiménez llegará con el objetivo de seguir rubricando un año que sigue marcando un antes y un después en su carrera
