El toro 66-Pescadero de Daniel Ruiz que fue indultado ayer en Albacete por Perera, se recupera muy bien en Cortijo del Campo, donde llegó anoche de madrugada después de una primera cura en los corrales de la plaza, realizada por Florito "de manera impecable", según Daniel Ruiz hijo. "Se le ve alegre y en buen estado de salud a pesar de que el puyazo era profundo y no estaba en buen sitio", agrega.
La ganadería de la tierra lidiaba ayer en su plaza de Albacete después de seis años de ausencia y lo hizo a lo grande, con una notable corrida de toros. "Teníamos claro que nuestro regreso debía ser un acontecimiento y así ha sido. El primer éxito fue el reconocimiento, porque para nosotros Albacete es muy importante y nos pesa una barbaridad. Hemos lidiado una corrida seria, astifina y muy bien presentada, hemos ido con la corrida que queríamos. Y luego, fue todo un orgullo ver en tu pueblo tras seis años de ausencia a 9.000 personas en pie pidiendo el indulto de un toro. Fue algo muy emotivo".
De Pescadero, Daniel Ruiz afirma que su condición primordial "es que fue a más y tuvo la suerte de encontrarse a un torero tan importante como Perera, que cuanto más le obligaba, más humillaba y más repetía. Luego comenzó a templarse, a coger ritmo, a tener más nobleza. Al final, en ese momento en el que se pidió el indulto, Perera le dio dos tandas más que creo que fueron las mejores".
Sobresalió de la corrida otro toro, el quinto, Morisqueto, lidiado por El Juli. ¿Fue también digno de indulto?, cuestionamos al ganadero: "Yo hubiera echado a las vacas los dos, uno por tener unas cualidades y el otro por otras. La profundidad del quinto fue exagerada, hay momentos en los que cuando embiste va rozando el pitón derecho en la arena, se enterró mucho en la muleta. Además, hay que tener en cuenta que pesó 600 kilos".
Para el ganadero de Alcaraz, la corrida en líneas generales "fue excelente y tuvo la suerte de encontrarse con dos jabatos como Juli y Perera. Hubo dos toros exigentes, bravos y nada fáciles. El Juli le cortó una oreja al primero, el más exigente aunque teniendo en cuenta que se movió y tuvo muchas opciones; y el primero de Perera, que fue un toro importante que humilló mucho, que fue profundo en sus embestidas aunque hubo momentos en los que le faltaba un paso para seguir tirando hacia adelante".

