Es uno de los manjares ganaderos más cotizados entre la élite del escalafón y en 2010 volvió a apuntalar su condición en la práctica totalidad de plazas donde lidió. Garcigrande no sólo es un referente dentro de su gremio sino una garantía en el comportamiento de unos productos cada vez más solicitados entre las figuras. La última temporada es el mejor ejemplo de esta teoría.
“En 2010 hemos cumplido con una mínima regularidad, nunca estás satisfecho del todo pero no se ha dado mal”
“Es un orgullo que las figuras maten mis corridas. Tenerlas cerca me ha hecho crecer mucho como aficionado”
Lea la entrevista completa en su revista APLAUSOS