Simón Casas es un tipo singular y es, además, justo lo que presume: creativo. Un taurino singular que ha hecho más por las plazas, por el público, por los taurinos y por la vitalidad de la Fiesta, que para él y su beneficio. Los soñadores son así y dan la vida y la bolsa porque el sueño se materialice en realidad. Podrá caerte bien o mal pero este es un buen taurino. Con todo lo que ha movido en tantos años otros estarían en las listas de Suiza o Andorra o con una isla en el Caribe. Simón es feliz y ha repartido los beneficios en pagar bien, en atender a sus amigos y en amortizar su libertad.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1956
