Me desperté y arrastraban al último ¿toro bravo? de la tarde. ¡¡Uff qué sopor!! Gracias Victoriano del Río por haberme ayudado a disfrutar de una siesta tan rica. ¡Tú sí que sabes!
A Victoriano del Río le debo una de las mejores siestas de mi vida. A la media hora de corrida yo ya soñaba con angelitos vestidos de toreros, que deambulaban por un ruedo celestial en el que los toros bravos se habían convertido en unos extraños y bondadosos animalitos que se decían unos a otros: “Hagamos el amor y no la guerra”. Curiosamente, los seres celestiales que revoloteaban en mi sueño se parecían a Urdiales, El Fandi y Fandiño, y de tanto empeñarse en darles jarilla con unos trapajos colorados a aquellos deliciosamente atontolinados bichos con aspecto de toros (cuernos tenían), acabaron convirtiendo mi sueño en pesadilla.
Me desperté y arrastraban al último ¿toro bravo? de la tarde. ¡¡Uff qué sopor!! Gracias Victoriano del Río por haberme ayudado a disfrutar de una siesta tan rica. ¡Tú sí que sabes!
Acceda a la versión completa del contenido
Gracias Victoriano
Talavante se deja el triunfo con los aceros
Los diestros Juan Antonio Ruiz “Espartaco” y Borja Jiménez, ambos de Espartinas, protagonizaron este sábado…
Plaza de Toros de "Los Felices", Molina de Segura, (Murcia). Domingo 23 de noviembre. XI…
En un nuevo gesto de solidaridad y compromiso social, el Ayuntamiento de Villaseca de la…
El hierro que perteneció a Francisco Rivera “Paquirri”, con el que el llorado diestro inició…
Se dio la corrida Villista de la Revolución en la plaza de toros “Alberto Balderas”…