Con balance de oreja y vuelta al ruedo tras petición ha reaparecido esta tarde en los ruedos el matador de toros vallisoletano Leandro. El de Pucela, herido el 18 de julio en la localidad zamorana de Toro, ha cuajado los mejores muletazos de un festejo en el que El Juli paseó un trofeo y Castella saludó sendas ovaciones con desigual encierro de El Pilar.
El toreo bueno lo hizo Leandro en el sexto. El toro, bravo en el caballo en un puyazo demoledor, en el que no se cansó de empujar, llegó con temple, clase y recorrido al último tercio y el vallisoletano supo lucirlo. Abandonado el cuerpo, relajada la planta y con los riñones encajados, el diestro aprovechó las profundas embestidas del de El Pilar en una estética labor que, si no fue premiada con la oreja, fue sólo por el mal uso de la espada. Y es que el acero cayó en los bajos y, aunque hubo petición, el presidente decidió guardarse el pañuelo.
Sí lo sacó en el tercero, un toro que se deslizó por el pitón derecho, por donde Leandro toreó sobreponiéndose a la herida, que se abrió durante su intervención muletera. Mermado físicamente, aun hubo tiempo para dejar una serie de redondos en los que mostró su buen concepto del toreo. Mató de estocada delantera perdiendo el engaño y tocó pelo.
El Juli al final no se fue de vacío. Tras ser silenciado en su primera intervención, en la que no pudo brillar con un toro alto, feo, que se tapaba por la cara y que, para más inri, no quiso embestir, paseó un apéndice del colorado cuarto, un animal de mejores hechuras que descolgó y al que sólo le faltó un punto de transmisión. A pesar de ello, Julián le dio fiesta y, aunque no terminaba el toro de rebosarse en la muleta del madrileño, dejó notables pasajes dentro de un conjunto técnicamente perfecto. Mató de estocada trasera que bastó. En este toro, en tareas de brega, fue herido el subalterno José Antonio Galdón "Niño de Belén".
Sebastián Castella saludó a la muerte de sus toros. Su primero sirvió por el pitón derecho, por donde ligó el francés los muletazos con tersura y utilizando inteligentemente el escaso fuelle de su noble antagonista. Dejó media desprendida y tuvo que descabellar. Con el quinto, faltó de codicia y recorrido, sólo pudo mostrar tesón.
Santander, 27 de julio de 2010. Toros de El Pilar, disparejos de presentación y de poco juego en general salvo el bravo y buen 6º. EL JULI: Silencio y oreja; SEBASTIÁN CASTELLA: Saludos tras aviso y saludos; LEANDRO: Oreja y vuelta al ruedo tras petición. Entrada: Lleno. Se desmonteró Javier Ambel tras parear al 5º.
Leandro reapareció con éxito. (Foto: Arjona)
