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Hablan los protagonistas

Diego Silveti, a la muerte del primero, comentó: “Ha sido complicadito: siempre en su terreno, manso y volviéndose con la cara para otro lado. Le di facilidades, me puse de verdad, que es lo mínimo que se puede hacer en Madrid y lo maté. No es con lo que uno viene en mente pero es lo que hay. Lo intente de todas las maneras posibles, con toques más bruscos, con otros más suavitos… me puse de verdad pero el novillo no quiso nada”. Luego, tras matar a su segundo apuntó: “Es una pena porque uno viene con mucha ilusión y acaba quedando inédito. Venía a hacer otra cosa, pero este novillos también se puso complicado. Le debo una a Madrid pero seguro que habrá revancha. Tarde o temprano volveré aquí y lograré que me vean como yo quiero”.

Víctor Barrio, a la muerte de su primero, dijo: “El novillo tenía parecida condición al primero, siempre quería irse pero lo que más me ha molestado ha sido el aire, que me ha impedido sujetar al animal y dejarle la muleta en la cara. Cuando lo he podido hacer el novillo ha respondido. La estocada ha sido buena, la habría querido para el otro día”. Más escueto en palabras se mostraba tras despachar a su segundo: “Habrá que quedarse con lo bueno y mejorar y corregir los defectos”.

Rafael Cerro, en su primero, comentó: “Se ha dejado, sin humillar mucho ni transmitir pero por el pitón derecho me ha dejado pegar una tanda buena y a gusto. Ha molestado un poquito el viento. En el segundo lo arreglo como sea. Se ha lastimado la mano izquierda y por eso era necesario darle un tiempecito para que no se lesionara más”. Luego, tras finiquitar al que cerró plaza, dijo: “Ha sido muy bueno, transmitiendo como gusta en Madrid. Lo malo ha sido la espada; los estoy matando en el campo todos los días y no sé por qué los he matado aquí mal. He estado muy a gusto con este toro”.