Sin irse, dejó de estar. Nunca perdió el sitio en su zona, Castilla-La Mancha, pero desapareció de las grandes ferias. Hasta que llegó Madrid. Su actuación en San Isidro le valió para repetir en agosto, donde acarició la puerta grande con un toro de Conde de la Maza. Y esa fue la tarde que permitió a Eugenio de Mora sentirse de nuevo protagonista. Trofeo de torero maduro, veterano, pero con las mismas ganas de batalla que el novel. Todavía no ha podido saborear del todo los frutos de ese triunfo; pero está preparado para hacerlo la próxima temporada.
- “El objetivo de esta temporada era el que he conseguido: torear en Madrid y lograr una tarde que me reivindicara”
- “Quiero dar la sensación de ser un torero joven, con fuerza, con ganas, pero con la experiencia de tantos años de alternativa”
Lea AQUÍ la entrevista completa en su Revista APLAUSOS Nº 1941
