Taurinamente hablando este 2014 le ha servido a Daniel Luque para convertirse en un hombre. La madurez, capacidad y dimensión que ha dado en la plaza han sido sus señas de identidad en la que, sin duda, es la mejor temporada de su carrera. De Valencia a Zaragoza. Y pasando por Madrid donde consiguió abrir una ansiada Puerta Grande. Convencido de sí mismo, ha terminado por convencer a los demás, y ése, asegura, ha sido su mayor triunfo.
- “En Madrid, más que salir a hombros, buscaba la credibilidad del aficionado, necesitaba que volvieran a creer en mí”
Lea AQUÍ la entrevista completa en su Revista APLAUSOS Nº 1943
