El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza ha cortado un rabo en el festejo de esta tarde celebrado en Nimes. El navarro ha cuajado una importante obra a un toro sin mucho fuelle de Santiago Domecq, el segundo de su lote, y con el que tuvo que poner todo de su parte. Estuvo templado, tirando mucho del animal y metiéndose en terrenos de cercanías muy comprometidos. Tras un soberbio rejón de muerte, cuando el toro estaba tambaleando, Pablo se bajó de su caballo “Pirata” y éste, empujó al toro derribándolo por completo, algo que puso al público en pie.
Al primero le cortó una oreja tras una labor muy completa en todos los tercios a un toro con calidad.
El Juli sigue arrollador en toda aquella plaza que pisa y Nimes no podía ser menos. Cortó dos orejas a su segundo, un toro con calidad y templanza al que le faltó un empuje que puso el torero, que lo entendió a la perfección. Lo fue metiendo en el canasto e inventándose una faena llena de recursos técnicos. Se impuso con carácter.
El palco le negó una oreja de su primero, con el que estuvo muy templado y por encima de las circunstancias.
El Cid ha dejado la impronta de un torero serio y recuperado, pese a que se fue de vacío. Con el tercero de la tarde estuvo muy puro y profesional, en una labor que el público tardó en ver y reconocer. Parecía que podía ser en el sexto, pero el toro se vino muy pronto abajo y El Cid ya no pudo levantar el vuelo. Hubo petición pero finalmente el sevillano saludó una fuerte ovación del público.
Toros para rejones de Santiago Domecq, nobles aunque faltos de raza; y toros de Domingo Hernández para la lidia a pie, desiguales de presentación y manejables. HERMOSO DE MENDOZA: Oreja y dos orejas y rabo; EL JULI: Ovación tras petición y dos orejas; EL CID: Ovación tras aviso y ovación tras petición. Entrada: Menos de tres cuartos.
(Foto: Mauricio Berho)
