El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza participó ayer en una tertulia celebrada en el Aula de Cultura del Diario Vasco. El acto, conducido por el periodista y crítico taurino Alfredo Casas, contó con el repaso de la vida personal y torera del jinete estellés. Hermoso, sobre su relación con México, dijo: "Vivo a caballo entre Navarra y México. De hecho, mis hijos son casi más mexicanos que otra cosa porque pasan mucho tiempo de su vida allí". Además, el estellés también relató sus inquietudes de futuro, asegurando que para cuando sus temporadas no sean tan exigentes tiene en mente formar una escuela de rejoneadores. "Siempre me ha hecho mucha ilusión esa idea de poder instaurar una escuela en la que se pueda aprender la técnica de torear a caballo, ya que nunca la ha habido. En mi caso tuvieron que pasar once años de dar auténticos tumbos hasta que conseguí darle forma a mi toreo. Y es que no había cursillos, ni libros... te veías vendido. Sólo te podías basar en la imitación". De hecho, aunque todavía la escuela no funciona como tal, ya han sido varios los muchachos que se han formado a la vera del maestro navarro. El último de ellos, Manuel Manzanares, tomó la alternativa recientemente en Nimes de manos del propio Pablo: "Para mí fue un orgullo, porque he vivido muy de cerca toda la escalada que ha realizado él durante estos últimos cinco años y parece que todo se concentra en demostrarlo ese día. Además, el marco era muy bello y creo que se cumplieron las expectativas creadas, si bien los toros no acompañaron demasiado".
