Un año y otro y otro, llega mayo y aparece el Madrid insaciable, exagerado en lo bueno y en lo malo, el que crea tendencia, todos quieren estar en Madrid, también todos temen Madrid, por eso revienta la plaza un día sí y otro también, por eso, por su caudal social se achantan los anti al menos por unos días y los ministros que nos regateaban subsidios y subvenciones acuden a la barrera y aplauden