LEYENDAS GUARDIOLA (1ª PARTE)
(Foto: Arjona)(Foto: Arjona)

Historia grande

José Luis Benlloch
miércoles 27 de noviembre de 2013

Lo que se cuenta en este reportaje son vivencias de bravura y señorío, son leyendas y es también historia grande de la Fiesta, es el retrato de una época en la que el toreo alcanzó la excelencia y los hombres del toro mezclaban ingenio y sabiduría. Aquí se cuentan pasajes gozosos, los hay también especialmente dolorosos y personales, se refieren chascarrillos, hazañas, se habla de toros que ganaron la fama y la vida a golpe de nobleza y casta, hay referencias a grandes hombres, a tiempos duros, a tierras fértiles… todo en torno a dos nombres propios, El Toruño y los Guardiola, una familia que fue/es una referencia social y económica.

- Los pedrajas son historia. Un vacío ganadero decretado por la administración arrasó con uno de los encastes más bravos de los últimos cincuenta años. Se acabaron los violinistas, pianos, tocadores, sanluqueños, trompetillos… Ya no habrá más azulejos en la Maestranza ni más pedrajillas arrancándose de punta a punta de los ruedos… Se ha perdido un tesoro genético fantástico

- “Juan era el ganadero, lo era por excelencia y reconocimiento del toreo entero, recuerden si no cómo puso de finas las cuatro ganaderías y los dos encastes de la familia. ¡Mil vacas! bajo su criterio y le embestía todo

- “Álvaro padre fue extraordinario. La prueba es la ganadería que hizo. Cogió de aquí y de allá y lo mezcló a la perfección. Otros grandes son los Miura, estar ahí ciento cincuenta años con doscientas cincuenta vacas es de ser muy buen ganadero

- “Tenemos el honor de que dos de los más grandes artistas de nuestra época indultasen guardiolas. Manzanares dos de Ronda y Paula a Aldeanero en la concurso de Jerez. Fíjate si Rafael era de la casa, que mató tres veces seis toros nuestros como único espada

- “Antes no había que decir nada a los toreros, había una cultura de tentadero muy arraigada. Parar las vacas y ponerlas, eran dos capotazos y fuera. Todo lo que pasase de ahí estaba de sobra. Con ocho puyazos y veinte capotazos se tentaba una becerra

Lea AQUÍ la entrevista completa en su Revista APLAUSOS

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